domingo, 27 de marzo de 2011

Un paseo por el museo

Un paseo por el Museo de Ciencias y el Parque de los Caobos en Caracas, tomé algunas fotos, actividad que me gusta para dejar registro de los lugares que visito y luego revivir con detalle las cosas que me gustaron y las que en el momento haya pasado desapercibidas. Esto me sorprendió ver la tristeza, resignación y sumisión retratada, en diferentes aspectos y puntos de vista.
 
En la exposición - que no puede faltar-  del Museo de Ciencias sobre los animales de África disecados -  sin menospreciar el objetivo científico y cultural de la exposición- hacer de la muerte un arte, causa un poco de vacío al imaginar algún tipo de interacción con los susodichos.
Por otra parte, una exposición sobre el medio ambiente, más desolador, causa  angustia al pensar sobre la acción depredadora del ser humano en este sistema capitalista que nos está llevando al camino de la extinción el cual contribuimos un poquito todos los días y no hay campañas de concientización, ni políticas gubernamentales  serias para detener o compensar tanto maltrato a la madre naturaleza.
 
En el parque los caobos, una escultura cuyo nombre es  “Icaro”,  del valenciano Felipe Herrera, a mi parecer es  un poco agresiva,  transmite doblego, poder, frustración,  resignación la que a veces sentimos cuando queremos hacer, más allá de nuestra propia capacidad, sistema de valores, normas o cuando somos ignorados, doblegados  en una sociedad excluyente y cruel. 
No podía faltar, “La otra mejilla”, una escultura de James Mathisson, como su propio nombre, transmite más que agresión, vacío, las heridas del tiempo, lo que tal vez se calla y te delata detrás de una mirada vacía y perdida en los recuerdos, temores y culpas, que nos motivan o paralizan.
 





Retratando las personas que visitaban el parque, tres hombres cantaban boleros a quien quisiera oír.





Cada quien concentrado en su objetivo, simplemente contemplando o buscando cualquier algo dentro de si mismo, tal vez, sin encontrarlo.









O Tal vez, tan cerca e inapreciable donde no vemos, se esconde lo sublime, la fuerza, la alegría …  
Tanto significado para pasar inadvertida.